Mi padre me dió unos calabacines maravillosos de su huerto, y, claro, empecé a pensar en posibles recetas para optimizarlos al máximo, recetas que no fueran la típica crema de calabacín me , o calabacín a la plancha que, aunque me gustan las dos una barbaridad, pues... con cuatro calabacines como mi brazo de grandes pues no, no era cuestión. Así que como había comprado la archiconocida masa quebrada del Lidl, y tenía nata de cocinar y bacon fui a preparar una Quiche.
Y salió esto:
Aunque el resultado no fue malo del todo, la preparación fue un auténtico desastre; se me bajó la masa del molde al hornearla primero, cuando me dí cuenta intenté volver a subirla con ayuda de papel de aluminio, después le había puesto garbanzos (eso había visto yo que se hacía desde tiempos inmemoriables), se me pegaron todos a la masa y no había manera de sacarlos. Por suerte el horneado con la mezcla ya echa fue un desastre. En fin. La siguiente, mejor.
Ingredientes:
Una lámina de masa quebrada.
Tres huevos.
200ml de nata líquida.
Una cebolla.
Un calabacín.
250g de tiras de bacon.
100g de mezcla de quesos. ( De los que venden para gratinar).
Sal y pimienta.
Preparación:
Hornear la masa (No tengo ni idea de como hacerlo para que quede como toca).
Picar finamente la cebolla y el calabacín.
En una sarten saltear la cebolla, añadirle el bacon hasta que esté crujiente.
Añadir el calabacín, y pochar. Rectificar de sal y dejar templar.
En un cuenco batir los huevos, añadir la nata y la mezcla de quesos.
Añadir el calabacín. Mezclar bien.
Echar sobre la masa y hornear durante 20 minutos a 180º.
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