Tarta Doble chocolate.

Esta tarta la hice para el cumpleaños de mi hermana. Como ya cumplía una edad considerable, (jejeje), decidí hacer una señora tarta, porque otra cosa, no, pero mi hermana es toda una señora.

La receta la saqué de el megalibro de cabecera de "Una masa, 100 tartas" que al igual que el de los muffins, me resulta infalible a la hora de realizar sencillos bizcochos para luego decorar a mi gusto. Muy fáciles de hacer y muy sencillos.

(Super reposatartas, eh?)

Esta vez, en vez de hacer el frosting, lo compré de los que vienen ya hechos de la marca Betty Crocker, este en particular es el Classical Choclate Home-style. Lo compré, cómo no, en Taste of America. Y la verdad que me ha resultado muy bueno tanto a la hora de usarlo como el superolorcito a chocolate que desprende y su sabor.

Ingredientes: (para dos bizcochos, si quereis no hacerlo layer y hacer sólo uno, usad la mitad de ingredientes)

Primero engrasaremos y forraremos dos moldes de 20 centímetros.

6 huevos.
340g de mantequilla.
340g de harina común.
1 sobre de levadura.
360g de azúcar.
4 cucharada de cacao en polvo ( yo Valor).
4 cucharadas de leche

Las cantidades son así de bestias porque vamos a hacer dos bizcochos.


Preparación:

Os explico como hacer las tartas, es idéntico para las dos, sólo que yo a la que iba a usar para la parte de arriba le eché menos levadura, (una cucharada el segundo bizcocho llevaba un sobre entero) para favorecer la formación de copete, al no dejar que se expandiera completamente.

En un bol, tamizamos la harina, el chocolate y la levadura, con ayuda de unas varillas, mezclamos todo bien.

Derretimos la mantequilla, batimos los huevos y añadimos junto con el azúcar al bol de la mezcla de harina y chocolate, echamos el extracto de vainilla y mezclamos bien para que no queden grumos.

Cuando esté todo bien amalgamado (parece que esté hablando de cemento... jejej), echamos las cucharadas de leche y volvemos a batir para que se mezcle bien. No batir más, no hace falta trabajar mucho la mezcla.

Hornear a 180º durante 3o minutos o hasta que esté firme y dorada.

Sacamos del horno y dejamos reposar 5 minutos, desmoldamos y enfríamos completamente en una rejilla. Después envolvemos en film y colocamos en la nevera el tiempo suficiente para que la miga se asiente, así será más fácil manejar (yo generalmente la dejo de un día para otro).

Al día siguiente, sacamos de la nevera, cortamos el bizcocho que nos haya salido más grueso por la mitad y lo asentamos con una cucharadita de frosting en el plato que vayamos a servir, y hale! a rellenar y recubrir con frosting como si no hubiera mañana!

La verdad es que no había probado nunca el frosting hecho y quedé muy contenta con el resultado.


Espero que la disfruteis!!!